lunes, 26 de octubre de 2009

DIA 20.- DE VUELTA EN CASA, HASTA LA PROXIMA

Bueno, pues hoy ya se acabaron las vacaciones. Nos levantamos a las 5 de la mañana y nos fuimos hacia el aeropuerto. Paramos para llenar el depósito de gasolina del coche y despedirnos de Leona que ya se iba de vuelta a Bélgica. A ella aún le quedaban muchos kilómetros por hacer antes de llegar a casa.
Una vez en el aeropuerto, estuvimos esperando a que llegara alguien de la empresa de alquiler, que vino 10 minutos antes de despegar el avión, así que ya nos estaban llamando por la megafonía. Fue un malentendido que para nada empaña el servicio, calidad y precio que esta empresa de alquiler nos prestó.
Montamos en el avión y tras hacer escala en Viena llegamos a Barcelona, donde tuvimos que coger otro avión hasta Madrid. Ya en España cogimos el autobús a Talavera, donde recogimos nuestro coche, fuimos a por nuestras perritas y llegamos por fin a casa.
Este ha sido un viaje inolvidable, que no sabemos si podrá repetirse en el futuro, que nos ha supuesto satisfacer muchas curiosidades que teníamos, y aprender algo más de esta fantástica cultura griega.
Hasta la próxima, Gia sas

DIA 19.- SOFIA, CASI DE VUELTA A CASA


Este día ya nos notábamos un poco tristones, pues las vacaciones iban llegando a su fin, pero decidimos aprovecharlas hasta el último momento, así que desayunamos y nos fuimos hasta la estación de esquí, para ver que vistas nos encontrábamos por el camino. La verdad es que muchas veces la naturaleza no tiene nada que envidiar a las obras hechas por el hombre. Pese a ser Agosto y no correr agua por las montañas, el verdor y exuberancia de los bosques era espectacular.

Volvimos al pueblo y fuimos a ver la iglesia que se encontraba en el centro. Estaba llena de personas que acababan de asistir al servicio dominical. Estuvimos un rato allí, dimos una pequeña vuelta por el centro y nos fuimos al hotel a recoger los bártulos para proseguir nuestro camino hacia Sofía.

Tardamos aproximadamente dos horas en llegar, pues la furgoneta de nuestra amiga estaba ya pidiendo una revisión en profundidad y no podía ir demasiado deprisa. Llegamos sobre las dos de la tarde y tuvimos mucha suerte de encontrar dos plazas de aparcamiento justo en frente del hotel. Tras dejar nuestras cosas allí nos fuimos a comer cerca del bulevar Vitosha.

Después dimos un paseo por la ciudad y le enseñamos a Leona (para ella era la primera vez que estaba en Sofía) la iglesia de Sveta Nedyeva, la preciosa catedral de San Alexander Nevski, la iglesia rusa, así como otros edificios interesantes del centro de Sofía.





Nos sentamos frente al teatro a tomar un café y fuimos al mercadillo a comprar algún recuerdo de allí. Por supuesto compramos algunos frasquitos de perfume de rosas, tan característico de este país.

Estábamos bastante cansados, por lo que decidimos ir al hotel a tomar algo allí sentados en la terraza y descansar un poco. Más tarde fuimos a cenar y poco después nos marchamos a dormir, pues el avión salía a las 7.30 de la mañana, así que había que levantarse aproximadamente a las 5 de la madrugada. Charlamos un poco sobre todo nuestro viaje e hicimos algunos planes para el próximo y nos quedamos dormiditos como angelitos.

jueves, 22 de octubre de 2009

DIA 18.- DE NUEVO EN BULGARIA

Hoy teníamos que volver a Bulgaria, ya que nuestro avión sale desde Sofía, y los dos últimos días queríamos pasarlos aquí, así que fuimos a comprar un bolso para poder meter cosas, ya que las maletas se nos habían quedado pequeñas con tanto folleto, libros y recuerdos. Desayunamos y recogimos a Leona para emprender el camino hacia Bansko.



Pasamos la frontera y nos dirigimos en primer lugar a Melnik, pues cuando estuvimos allí el primer día nos gustó mucho y no pudimos disfrutar de sus vistas debido a la lluvia. Volvimos a comer en la mexaná de Valentín y compramos algunos regalos.



Después fuimos a visitar el monasterio de Rozhen, a 5 kilómetros de allí. Este es el único monasterio restaurado durante los primeros siglos que ha sobrevivido hasta nuestros días.


El aspecto actual de este viejo monasterio construido durante el siglo 12 o 13, se remonta al siglo 16. Según una inscripción, la imagen de Cristo Pantocrator junto con los doce apóstoles encima de la puerta de entrada de la iglesia principal Virgen Santa, fue pintada en 1597. El Monasterio de Rozhen debe su fama sobre todo a sus iconos. Algunos de ellos son composiciones sumamente complicadas, tanto en la intención como en la ejecución actual, en la cual los temas Bíblicos son los protagonistas de unos artistas muy imaginativos.


Tras esta visita nos dirigimos hacia Bansko, donde llegamos sobre las 6 de la tarde. Es un pequeño pueblo en la montaña, al lado de la estación de esquí, que en los últimos años ha experimentado un crecimiento espectacular debido a la llegada masiva de ingleses y alemanes que están comprando allí apartamentos. Menos mal que todas las nuevas construcciones mantienen un mismo estilo característico de la zona, lo que hace que, aunque masificado, sea un lugar agradable.


Dimos una vuelta por el pueblo, tomamos unas cervezas y fuimos a cenar a una típica mexaná donde comimos de maravilla, atendidos por una chica muy simpática. Proseguimos nuestro paseo y nos dirigimos al hotel, donde tomamos unas copas y nos fuimos a dormir.

lunes, 19 de octubre de 2009

DIA 17,. TESALONICA BIZANTINA

Hoy teníamos previsto hacer un recorrido por la Tesalónica bizantina, aunque me pregunto ¿Qué rincón de esta ciudad no conserva un vestigio del esplendor de aquella época?

En primer lugar al salir del hotel fuimos a visitar la iglesia de los doce apóstoles, siglo XIV, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Como hacia mucho calor íbamos en bermudas y no nos dejaron entrar, así que tuvimos que volver al hotel a cambiarnos de pantalones. De nuevo en esta iglesia pudimos admirar los maravillosos frescos que conserva en su interior, así como sus columnas originales de aquel tiempo.




Continuamos por la calle Egnatia, para mí una de las más hermosas de Tesalónica, y entramos en la iglesia de la Panagía Chalkéon, del siglo XI, igualmente en la lista del patrimonio de la humanidad. Unos metros más allá se encuentran los baños otomanos de Paradisos y al lado otra preciosa iglesia del siglo V, la de Acheiropiitos.


Bajamos por la plaza de Aristóteles y fuimos a ver la iglesia de Santa Sofía, siglo VIII. Ésta aún conserva algunos impresionantes mosaicos en su interior, aunque con la mayoría de ellos ya sabemos lo que pasó en los tiempos de la ocupación otomana.


Camino del museo bizantino, volvimos a pasar por el palacio de Galerio y buscamos a ver si podíamos encontrar los restos del antiguo hipódromo, pero no fuimos capaces de encontrarlo, así que proseguimos el camino hasta el museo donde por fin volvimos a encontrarnos con nuestra amiga Leona. El museo es impresionante, contiene una magnífica colección de iconos, así como sarcófagos y fragmentos de antiguas iglesias. Es un lugar de obligada visita en esta ciudad.


En la cafetería del museo tomamos un frapé, charlamos un poco de cómo le había ido el día anterior a Leona sola por Tesalónica y nos dirigimos hacia la Torre Blanca, emblema de la ciudad y punto de referencia por excelencia. Teníamos pensado entrar, pero al ver la cantidad de gente que había esperando, decidimos continuar y dejarlo para otra ocasión.








Allí cerca se encuentra la estatua ecuestre de Alejandro Magno. Paseamos un poco por los jardines y nos hicimos unas fotos ante este monumento en recuerdo del gran rey macedonio.


Tomamos un taxi para subir hacia la ciudad alta y una vez allí dimos un paseo por las antiguas murallas de la ciudad, increíblemente bien conservadas. Vimos el Heptapirgo, las siete torres, y seguimos caminando por esta parte de la ciudad. Fuimos bajando poco a poco, disfrutando de la tranquilidad de esta zona y nos sentamos en una ouzería a comer y beber algo.


Después de comer continuamos el camino hacia el puerto, paseamos por el paseo marítimo y el centro de la ciudad. Compramos algunos libros y discos, así como unos recuerdos de la zona, y nos sentamos en una terraza a descansar y tomar unas copas. Más tarde camino ya de la furgoneta de Leona entramos en un souvlatsídico a cenar los típicos souvlakis. Dejamos a Leona en su furgoneta y nosotros tomamos un taxi para volver al hotel porque teníamos los pies hechos polvo de tanto caminar.

sábado, 17 de octubre de 2009

DIA16.- ANTIGUA PELLA Y LLEGADA A TESALONICA





A las 9 y media, tras despedirnos del personal del hotel que fueron amabilísimos, cogimos el coche para ir a nuestro próximo destino, Tesalónica. Antes de llegar allí decidimos pasarnos a visitar la antigua Pella, la ciudad de Filipo II y donde creció Alejandro Magno.

Llegamos allí y vimos que la entrada al recinto tenía pinta de ser nueva. Nos dirigimos a la taquilla y resulta que la chica que la atendía hablaba perfectamente español.
Había estado varios años en España jugando al voleibol. Nos dijo que estaban restaurando todo el acceso al recinto arqueológico y que el museo se estaba trasladando al nuevo local y que estaría listo en un mes aproximadamente. Igualmente el palacio estaba siendo objeto de trabajos de excavaciones y restauraciones, por lo que nos sentimos un poco desanimados por no poder ver estas dos piezas fundamentales del conjunto arqueológico. No obstante el recorrido por el lugar fue muy interesante. Estuvimos viendo restos del Ágora y algunas casas con bellos mosaicos y columnas.


Una vez finalizada esta visita, continuamos hacia Tesalónica donde llegamos a las 14.00 horas. El hotel estaba casi en el centro de la ciudad y ésta se encontraba toda en obras por la construcción del metro, por lo que el tráfico era caótico. Esto hizo que perdiéramos a Leona.


Nos dimos un baño en la piscina, y fuimos a dar un paseo por el paseo marítimo, pasando por la torre blanca y llegamos hasta el museo arqueológico. Compramos la entrada para este museo y el bizantino, pero este último decidimos visitarlo al día siguiente.


El museo arqueológico tiene algunas figuras impresionantes, además de objetos de bronce y oro. Bien merece la pena la visita.







Continuamos el paseo por la calle Egnatia, para mí una de las más bellas de la ciudad. Aquí pasamos por el Arco de Galerio, visitamos la Rotonda que fue mausoleo de Galerio, un poco más abajo los restos del palacio de este emperador, y varias iglesias bizantinas.







Pasamos por el Ágora y entramos en la catedral de San Demetrio, iglesia del siglo XI con restos de maravillosos mosaicos y columnas originales de la época.




Ya se hizo de noche y nos fuimos a cenar, pasamos por el barrio de Ladádika, en su origen fue un barrio de almacenes del puerto, que hoy en día se ha transformado en una concurrida zona de ocio y copas.


Cenamos en una taberna en la zona del mercado, tomamos unas copas y nos fuimos a descansar, pues nos habíamos dado una buena caminata durante todo el día.

jueves, 15 de octubre de 2009

DIA 15.- A LOS PIES DEL OLIMPO

Hoy Leona nos acompañó a desayunar al hotel, cogimos nuestras cosas y nos dirigimos a Litochoro, un pueblo situado a los pies del Monte Olimpo. Fuimos a la oficina de información y nos dieron varios folletos sobre la visita a la montaña.





En primer lugar entramos en una iglesia situada en la plaza del pueblo y después dimos un paseo hasta la zona de la garganta y las cataratas. Era Agosto y no corría ni gota de agua por allí. Además había demasiados turistas, sobre todo del este de Europa, así que volvimos a por el coche para adentrarnos en la mítica montaña.



Una vez pasado el control del parque natural, nos detuvimos para ver el antiguo monasterio de San Dionisio, devastado por los alemanes y que en la actualidad los monjes que allí viven se están encargando de su restauración. Aquí vimos la iglesia central, el comedor, algunas viviendas y unas magníficas vistas de la montaña.


Poco después Llegamos a Prionia a 1.100 metros, último lugar accesible en coche y desde donde parten diversas rutas para explorar el Olimpo. Estuvimos andando un poco pero nos volvimos rápidamente, pues estaba demasiado masificado de turismo y los senderos no se encontraban todo lo limpio que sería de desear. Además a Leona comenzó a faltarle aire, así que nos detuvimos en el bar que hay allí a descansar un poco y continuamos el camino de vuelta. A pocos kilómetros vimos que partían varios senderos. Aparcamos el coche en un ensanche de la carretera unos metros más allá, Leona se quedó sentada en un banco de madera que había allí y nosotros nos adentramos a subir un poco por la montaña de los dioses.

Estuvimos una hora aproximádamente caminando por aquel maravilloso lugar, imaginando a Apolo correr por allí cerca para ir a ver a Afrodita. Un poco más lejos Hefesto labrando un bello escudo para el bélico Ares, y arriba del todo Zeus discutiendo con Hera por temas de faldas. Fue una experiencia estupenda con la que había soñado mucho tiempo.

Volvimos a Litochoro y nos fuimos a comer a la zona alta del pueblo, lejos de los sitios turísticos. Comimos en el patio de una taberna de pueblo la típica musaka, Imán, plato a base de verduras, y Ternera. Como es costumbre por aquí al pedir la cuenta nos trajeron un plato con una sandía riquísima.


Después de comer nos fuimos a darnos un baño y tomar un poco el sol a la cercana playa de Gritsa. Aquí estuvimos un par de horas y decidimos acercarnos a Pidna para ver las ruinas de la antigua ciudad. Desgraciadamente estaba cerrada, así que nos contentamos con verla desde fuera e ir a las salinas para tomar unas cervezas con mejillones.

Por último, volvimos al hotel donde cenamos y tomamos unos tsipouros y charlamos un buen rato con un amigo del dueño del hotel que hablaba español y quería hablar con nosotros. Nos dimos un baño en la piscina y nos fuimos a dormir, no sin antes hacer las maletas nuevamente, pues al día siguiente nos marchábamos a la capital macedonia "Tesalonica"

miércoles, 14 de octubre de 2009

DIA 14.- TUMBAS MACEDONIAS DE VERGINA Y VISITA A EDESSA

Hoy el desayuno se retrasó un poco. Salimos a las 9 y media para Vergina, el lugar donde se encuentras las tumbas reales macedonias. En primer lugar nos dirigimos a ver los palacios, pero no pudimos verlos porque se encontraban realizando trabajos de excavación y restauración. No obstante pudimos ver allí mismo una tumba que contenía en su interior un trono y las puertas de la misma.


Después fuimos hacia el recinto donde está el túmulo de las tumbas reales. Lástima que no te permiten hacer fotos, porque es realmente impresionante. Consta de varias tumbas realmente bien conservadas y un museo donde se puede contemplar muchos objetos de oro encontrados en ellas.




Sin duda lo más espectacular es la corona y el arca de oro halladas en la tumba de Filipo II. Y por supuesto la tumba en si de este rey, padre del gran Alejandro Magno. No encuentro palabras para describir lo que sentí cuando me coloqué frente a ella. Es una experiencia que hay que vivirla.

Una vez finalizada la visita nos dirigimos a la ciudad de Edessa, pero antes pasamos por Mieza, lugar donde Aristóteles daba clases a sus alumnos, entre ellos, el Gran Alejandro. Vimos un pequeño teatro que se encontraba en restauración y restos de la antigua ciudad.





Ya en Edessa paramos en una taberna a comer, pues eran ya las 15.00 y habíamos andado bastante entre unas cosas y otras. Después de la comida dimos un paseo por el barrio antiguo de la ciudad. Hay algunas calles que mantienen el encanto de antaño, aunque también hay bastantes casas que necesitarían una buena remodelación. No entiendo como en un sitio tan hermoso, no se presta un poco más de atención a estas cosas.


Continuamos la visita de este barrio y entramos en una pequeña iglesia bizantina del siglo XIV que conserva algunas de las columnas originales y unos frescos hermosísimos.

Tras la visita de la iglesia tomamos el ascensor para bajar a la zona de las cataratas, para posteriormente ir subiendo de nuevo a la parte alta. Las cataratas son impresionantes, sobre todo las gemelas. El entorno, gracias al agua, goza de un verdor y frescor que son muy de agradecer para refrescar los calores de mediados de Agosto.



De vuelta en la zona alta, dimos un paseo por la zona comercial y cogimos el coche para volver al hotel. Volvimos a pasar por Veria, pero decidimos no parar pues esta ciudad necesita de mucho tiempo para ver todo el tesoro que aún conserva, ya sea en iglesias bizantinas o en sus museos, así que en otra ocasión será.


En el camino al hotel, en la carretera había varios carteles indicadores de tumbas macedonias. Paramos en una que estaba justo a la orilla de la carretera y bajamos hasta la puerta para verla. Sólo pudimos ver el exterior y poco más, ya que los objetos del interior, por supuesto, estarían en el museo.


Llegamos a Sevastí y cenamos en el hotel. Nos dimos un bañito en la piscina, tomamos unas copas y nos fuimos a descansar, pues al día siguiente tocaba ir al Olimpo.

martes, 13 de octubre de 2009

DIA 13.- PLATAMONAS, DION Y VILLA SEVASTI



Hoy debíamos decir adiós a esta fantástica zona del Pelión, pero los días pasan y nuestro próximo destino en las proximidades del Monte Olimpo estaba esperándonos, así que hacia allí nos dirigimos.

La carretera pasa por el Valle del Tempe, pero como había demasiado tráfico decidimos no pararnos y dejarlo para otra ocasión. Continuamos pues y unos kilómetros más tarde nos encontramos en Platamonas. No teníamos previsto hacer ninguna para allí, pero la vista a lo lejos de su castillo nos hizo cambiar un poco los planes y hacerle una visita.

Las murallas y algunas de sus torres se conservan bastante bien. En su conjunto está muy bien restaurado. Estuvimos dando un paseo por allí, vimos restos de una iglesia bizantina y algunas viviendas, además de las hermosas vistas que de sus playas teníamos desde el castillo.







Proseguimos el camino y apareció majestuoso el Olimpo. Allí, casi a sus pies se encuentra el recinto sagrado de Díon. Es uno de los lugares más impresionantes y extensos de cuantos hemos visto. Además de los restos arqueológicos existentes, el entorno lo hace un lugar acogedor y de una gran belleza. Estuvimos recorriendo parte del recinto, pues como he dicho es bastante grande, y vimos los santuarios de Isis, Demeter, Apolo, y otros Dioses. Paseamos también por la calle principal de la ciudad, los baños, y algunas casas con preciosos mosaicos.





Leona había sufrido un accidente un año atrás y se estaba recuperando aún de su pierna, por lo que ella se sentó un rato a esperarnos que siguiéramos recorriendo aquel maravilloso recinto, pero tras una hora decidimos volver donde la habíamos dejado. Ya en otra ocasión continuaremos la visita.




Entramos después en el museo donde pudimos contemplar piezas de mármol impresionantes, así como otros objetos encontrados en el lugar. Es un pequeño pero interesantísimo museo. En un restaurante frente a él comimos y continuamos el camino hasta el hotel.


Al llegar a Sevastí, me preguntó Juan Manuel, ¿pero dónde has reservado el hotel?, este pueblo no tiene nada. Efectivamente era un pequeñísimo pueblo sin atractivo alguno, pero al llegar al hotel que se encontraba a las afueras del pueblo me preguntó Leona ¿Cómo encontráis vosotros estos lugares?.

El hotel estaba situado entre viñedos y no se correspondía para nada con lo esperado, a la vista del pueblo.



Desde su terraza teníamos unas maravillosas vistas del mar a un lado, y del Olimpo al otro. Nos instalamos y nos fuimos a ver las salinas. Encontramos una taberna junto al mar, en la cual estábamos los tres sólos. Nos sentamos y cenamos los típicos mejillones en sus dos variedades "saganaki y tiganitó" y unas sardinas, además de la ensalada griega.







Ya se hacía de noche y nos volvimos al hotel donde tomamos unas cervezas, nos dimos un baño en la piscina y nos fuimos a dormir.

viernes, 9 de octubre de 2009

DIA 12.- VOLOS


Hoy, Domingo, decidimos ir a visitar Volos, capital de la región de Magnesia, y así comprar algún periódico que venga acompañado de alguna película, cd o alguna otra cosa de interés.

En primer lugar nos dirigimos a lo que creíamos era la antigua Iolcos, pueblo de Jasón y los argonautas. Tomamos un camino que llevaba a una loma donde vimos unos depósitos de agua y algún resto de muralla, pero no era lo que estábamos buscando, así que nos marchamos a la ciudad y aparcamos justo en el centro.



Nos dirigimos en primer lugar a la iglesia de San Constantino, donde estaba teniendo lugar un bautizo. Nos quedamos allí un rato para ver como se celebra esta ceremonia en el rito ortodoxo. Es muy curioso como en vez de la pequeña pila bautismal que tenemos en nuestras iglesias, allí utilizan una especie de caldero enorme donde sumergen al niño por completo.
Después de esto dimos un paseo por el paseo marítimo y por las calles comerciales, por donde apenas había gente. Nos resultó extraño que estuviera la ciudad tan desierta, pero supusimos que al ser Domingo y estar las tiendas cerradas, la gente habría marchado a la playa o a algún otro sitio.

Como era la hora del aperitivo, nos sentamos en uno de los más típicos tsipourádicos de la ciudad "O PAPADIS" y allí nos dispusimos a comprobar si era cierto lo que nos habían contado sobre los metzedes que te traen los camareros con dada botellita de tsipouro que se pide. Nos bebimos tres cada uno, y acabamos con la panza que parecía iba a estallar.
En primer lugar nos trajeron un plato de sardinas, otro de melitzanosalata y otro de pulpo a la brasa. Con la segunda pusieron calamares, pechos y patas de cangrejo y ensalada de col con gambas. Ya con el último nos sirvieron un plato de croquetas, otro de ensalada de pimientos asados y no recuerdo el tercero. Sólo se paga la bebida, el camarero te trae lo que cree conveniente y siempre algo variado. La botellita de tsipouro cuesta 3.30 euros, así que por 9.90 salimos más que saciados.

Después de comer nos fuimos hacia los recintos arqueológicos de Dimini, que no pudimos ver porque estaba cerrado, pese a que en la guía decía que abría los domingos; Dimitriana y Sesklo, que tampoco pudimos entrar. Así que decidimos ir de nuevo a Makrinitsa donde estuvimos dando un paseo por sus callejuelas y después nos tomamos un frapé en la plaza donde está el plátano con un enorme hueco en su tronco.
Vimos la iglesia y nos marchamos a Xania. Allí compramos algunos recuerdos y nos sentamos en una cafetería para tomar algo. Estuvimos hablando y bebiendo un rato y nos marchamos a dormir, pues al día siguiente teníamos que dejar el hotel para dirigirnos a nuestra siguiente parada: Sevastí

miércoles, 7 de octubre de 2009

DIA 11.- COSTA OESTE Y PUEBLOS DEL PELION

Este día teníamos pensado visitar un poco de la costa oeste y algunos pueblos del interior, así que desayunamos y nos dirigimos hacia Agria, un pueblo muy cerca de Volos, capital de la región de Magnesia. Aquí fuimos a la oficina de turismo para recoger información de lo que podíamos visitar al día siguiente en los alrededores de Volos. Tomamos un frapé en el puerto y seguimos por la carretera de la costa hasta pasado el famoso centro vacacional de Kalá Nerá, para coger la carretera que nos llevaría hasta Milies.




Este es un pintoresco pueblo, famoso además de por la posición en la que se encuentra, por los volúmenes de su biblioteca. Estuvimos visitando el pequeño museo del pueblo y una exposición de juegos infantiles muy interesantes "De la peonza al ordenador". Aquí pudimos saber cómo la mayoría de los juegos a los que hemos jugado cuando niños, ya existían en la antigüedad, como se puede observar en las ilustraciones de algunas vasijas y otros utensilios de la época.


Tras caminar un poco por sus calles y visitar su iglesia, donde asistimos a la explicación del fresco más original de la misma, la rueda de la vida.Tomamos un refresco y nos dirigimos a Visitza, un pueblo pocos kilómetros más arriba de Milies.



Dejamos el coche en el "curioso parking" del pueblo, ya que la circulación por sus calles está prohibida. La mayoría de las casas señoriales, hoy convertidas en pequeños hoteles, están declaradas patrimonio cultural y forman un conjunto en perfecta armonía con la exhuberante naturaleza. Visitamos la iglesia y nos sentamos a comer en la plaza, en un restaurante situado ante dos inmensos plátanos, uno de ellos de 600 años.



Más tarde tomamos la carretera en dirección Argalastí y paramos en una playa perteneciente al pueblo de Kalamós. Nos fuimos hasta el final de la playa, junto a la desembocadura de un pequeño río, y aquí nos dimos un baño en unas aguas tranquilas e increíblemente transparentes.



Tomamos un poco el sol y sofocamos la sed con otro delicioso frapé.


En el hotel, nuestra amiga Zula, nos había dicho que hoy había un festival de música popular en Agios Lavendros, muy cerca de Hania, así que nos dirigimos hacia allí, pero al llegar no encontramos sitio donde aparcar, ya que es un pequeño pueblo en la montaña, con calles muy estrechas. Yo empezaba a sentirme un poco mal, me dolía bastante la cabeza y estaba bastante cansado, por lo que decidimos volver al hotel. Una vez allí nos duchamos y fuimos a una cafetería cercana a tomar alguna cosa. Menos mal que Leona tenía en su furgoneta varios polares, pues en la terraza hacía bastante fresco. En el interior tenían la chimenea encendida. Después de tomar unas copas nos fuimos a dormir para estar en forma al día siguiente