domingo, 28 de junio de 2009

MONASTERIO DE RILA






El monasterio de Rila es el segundo gran templo de la Iglesia ortodoxa después del monte Atos en Grecia. Aunque sus edificios datan de los siglos XIII y XIV, del conjunto original sólo se conserva la torre de Hrelio, junto a la iglesia, una pétrea estructura medieval de planta cuadrada que sirvió como atalaya de vigilancia.
Tras la destrucción sufrida durante la invasión otomana, fue reconstruido en el siglo XV y subsistió como el centro cultural más significativo de Bulgaria durante la dominación turca. En el siglo XIX fue arrasado de nuevo por un incendio; todo el país se volcó para poder reconstruirlo por completo en un proceso que duró treinta años. Los arquitectos siguieron los cánones del Renacimiento búlgaro vigente, y los más ilustres artistas pintaron los frescos de la bóveda y las paredes del atrio en la iglesia principal de la Natividad de la Virgen.











El auténtico tesoro de Rila es lo que representa: la recuperación de una obstinada identidad cultural castigada por la historia. Los fondos del monasterio reúnen importantes obras pictóricas del Renacimiento, tallas y piezas únicas de iconografía de los siglos XIV, XV y XVIII. En las viviendas de cuatro pisos que rodean el patio hay más de 300 celdas, una cocina con una chimenea gigante y cuatro capillas. Aún hoy, una docena de monjes hacen aquí vida contemplativa y celebran la liturgia.
Para experimentar la austera vida monacal, nada mejor que alojarse en el ala reservada a tal uso. El viajero puede amanecer y contemplar lo primero el pico Musala, el más alto de la península Balcánica, cuyo nombre de origen turco-árabe significa "el último antes de Dios".

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